jueves, 23 de abril de 2009

Diseccionando el Indice VIX (parte I)

El índice de volatilidad VIX se ha convertido en el mejor indicador para medir el riesgo del mercado. Fue creado en 1993 por la CBOE utilizando las opciones del índice S&P 100 y posteriormente en 2003 pasó a calcularse sobre el S&P 500. Desde sus inicios ha reflejado con bastante exactitud las expectativas de riesgo del mercado y es una herramienta básica que deberíamos incorporar a la gestión de nuestra cartera, tanto si operamos a largo como a corto plazo. A estas alturas, todos sabemos que una alta volatilidad implica mayor riesgo, pero ¿hasta qué punto?. Voy a intentar responder extrayendo los datos del VIX y analizándolos detalladamente ya que nos pueden ayudar mucho a la hora de implementar estrategias de gestión de riesgo, de forma exclusiva o incluso combinando el VIX con cualquiera de las técnicas de Money Management aplicadas al tamaño de las posiciones como la f óptima, Fixed-Fraction, % de Kelly, etc. También vamos a ver por qué decimos que valores por debajo de 20 corresponden a una volatilidad baja, aunque el resultado que arroja mi análisis es un poco diferente.

Si hacemos una análisis estadístico de los datos del VIX respecto al comportamiento del S&P 500 podemos ver como se relacionan. Para ello, vamos a segmentar el VIX en intervalos y observaremos el resultado sobre el S&P 500 separando los resultados en dos bloques, días con cierres positivos y días con cierres negativos. De la suma total de cada bloque haremos la media de los resultados para ver si el VIX refleja bien su apelativo de Indicador de Riesgo. Como podemos ver en el gráfico, la distribución de las variaciones del S&P 500 en función de la volatilidad es casi perfecta, siendo totalmente proporcionales las variaciones del mercado en función del nivel de riesgo. Evidentemente esta conclusión la hace posible el uso de las medias que nos ayudan a suavizar los resultados y están realizados en base a series muy largas, pero tenemos que tener en cuenta que a cada nuevo peldaño del VIX le corresponde una mayor desviación o incremento entre mínimos y máximos por lo que en series cortas podemos encontrarnos con variaciones que poco tengan que ver con las anteriores, especialmente en los rangos altos de volatilidad. Solo en el caso de aplicar nuestro sistema de forma continuada y persistente en el tiempo nos llevará a conseguir aproximarnos a las anteriores medias. Para reforzar la idea anterior podemos ver, en la siguiente tabla, como la desviación estándar de cada rango aumenta también como era previsible.
Por último, veamos a qué nivel correspondería una volatilidad baja, tradicionalmente el valor asignado ha sido por debajo de 20. Si miramos con detenimiento la tabla adjunta podremos ver claramente como hasta el rango de 24,99 obtenemos un promedio total de días con saldo positivo (+0,029) y el porcentaje de positivos está equilibrado con el de negativos (49,9 frente a 50,1), mientras que a partir de 24,99 entramos en saldos negativos tanto en porcentajes como en promedios. Por lo tanto, y a falta de un análisis con segmentos más pequeños o que alguien me demostrase lo contrario, me atrevería a decir que la cifra que realmente deberíamos asignar para decir que hay volatilidad baja es inferior a 25 y no inferior a 20.
A nivel estadístico, me gustaría añadir que en la serie puede haber algunas desviaciones en la parte alta de volatilidad debido a que el número de días es muy pequeño en comparación con el resto, lo que podría haber provocado que en la escala 50-59,99 el promedio total sea positivo ya que independientemente del valor del VIX la tendencia de la volatilidad es incluso más importante.
En el próximo artículo veremos como, a pesar de que el VIX y el S&P 500 suelen relacionarse de forma inversa y proporcional en muchas fases, es en los extremos de mercado cuando no cumple este supuesto atributo y cuando más información es capaz de darnos.

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