martes, 14 de abril de 2009

Dos estrategias simples pero efectivas

Este artículo pretende demostrar que en ocasiones todos podemos tener razón aunque los argumentos sean contradictorios. En concreto me refiero a la discusión entre dos posturas diametralmente opuestas en la gestión de activos, por un lado los que promulgan que la tendencia es nuestra aliada sea cual sea su magnitud en la que compraríamos los valores más alcistas del momento y por otro los que apuestan por una gestión más racional alejada de las valoraciones excesivas que puedan llevarnos a una nueva burbuja en la que compraríamos valores infravalorados y que generalmente se comportan peor que la media. En esencia, en ambos casos los seguidores de cualquiera de las dos metodologías lo que realmente pretenden es batir al mercado aprovechándose de la supuesta ineficiencia de los precios (por exceso o por defecto) y así obtener la recompensa, que en el primer caso sería inmediata y en el segundo tardaría más tiempo en producirse.

Para poder comparar ambas estrategias vamos a comenzar con una cartera modelo inicial que puede ser discutible pero que representa bastante bien una distribución mundial estándar en función de la capitalización global. Sobre la cartera inicial vamos a aplicar las dos estrategias opuestas y compararemos los resultados acumulados. La idea de gestión es muy simple: cada semestre retiraremos 1/3 del capital de cada uno de los 2 peores activos y los añadiremos a los 2 mejores (gestión sobreponderando los mejores) y a la inversa (gestión sobreponderando los peores) y haremos la comparativa con la cartera inicial (gestión pasiva comprar y mantener) desde 1997 hasta 2008. Es importante ver que en el periodo que he elegido hay fuertes fases alcistas y bajistas ya que de esta forma es más riguroso el resultado final. Por otra parte, solo moviendo 1/3 del capital de 2 compartimentos de la cartera cada 6 meses, apenas estaremos reasignando aproximadamente el 5% de la cartera global, por lo que se puede considerar una gestión simple y poco costosa. En la tabla adjunta podemos ver un resumen de las carteras.

Sobre el gráfico de resultados podemos apreciar la evolución de las 3 carteras sobre un capital inicial de 40.000 euros. Lo primero que nos puede llamar la atención es la gran rentabilidad de la cartera donde hemos sobreponderado los activos más rentables, como era de esperar el inicio del gran movimiento alcista desde 2003 en especial de los países emergentes habría supuesto una mejora sensible de nuestros rendimientos aunque también habría que destacar el enorme riesgo que puede llevar ya que el comienzo de una tendencia bajista hace bajar muy rápidamente el capital. Lo segundo a resaltar es que la cartera de los peores también ha batido sistemáticamente a la cartera pasiva aunque de forma menos espectacular, si bien es cierto que con un riesgo menor.


Hay que decir que estas estrategias no tienen por que ser siempre efectivas, el anterior análisis se refiere a un periodo y activos concretos pero nos podemos encontrar periodos en los que nuestras estrategias fallen, si todo fuera así de sencillo batir al mercado sería cosa de niños, y no es así. Para mi la conclusión más importante es que hay que aportar una gestión activa a nuestras carteras, no es necesario ser excesivamente sofisticado ni manejar múltiples herramientas, basta con un diseño sencillo y un buen test. ¿Cual es la mejor? me temo que la respuesta la debe encontrar cada uno en función de su perfil y sobre todo del momento económico.

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